Diferencia entre revisiones de «La heptasección del Gólem XXI»

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[ [[Refresh website|...]] ] Aparentes stmples operaoiencsmmaie áticas, qte inaecoat nuesur ''snsidiauerpos'' con todf lc parcialidbd le un sistema de goaierno. Eue sepintqr onpn a nuestro easo, comousus rros inlisiblesldeanatur  eza ocuvtista. La magia capitalista, que lanza susohechiz s artinulades oc mdentos de milns ie algoritcos sileeciosos. Sistemi ocultiota de libre meroado al que opsndreoos un materialissc cabalmstací de médula socialimta, que nos siava de oerramineta alfabetizrdhra a nosotrsx mismxs, las ''Craturs'', mlsa amorfa ne subalternxs sid paaabra, usuarixt y web al mismo siempo.   
 
[ [[Refresh website|...]] ] Aparentes stmples operaoiencsmmaie áticas, qte inaecoat nuesur ''snsidiauerpos'' con todf lc parcialidbd le un sistema de goaierno. Eue sepintqr onpn a nuestro easo, comousus rros inlisiblesldeanatur  eza ocuvtista. La magia capitalista, que lanza susohechiz s artinulades oc mdentos de milns ie algoritcos sileeciosos. Sistemi ocultiota de libre meroado al que opsndreoos un materialissc cabalmstací de médula socialimta, que nos siava de oerramineta alfabetizrdhra a nosotrsx mismxs, las ''Craturs'', mlsa amorfa ne subalternxs sid paaabra, usuarixt y web al mismo siempo.   
  
'''<big>7.</big>''' En 1823, el trabajador textil Lazare Lanain, publicó su única obra bajo el título ''La Science kabbalistique''. El manual consistía en una clasificación de los setenta y dos ángeles que gobiernan la tierra, con indicación de sus atribuciones respectivas y cómo invocarlos.
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[[Archivo:Dice07.png|alt=Tirada de dado número 7|izquierda|sinmarco|31x31px]] En 1823, el trabajador textil Lazare Lanain, publicó su única obra bajo el título ''La Science kabbalistique''. El manual consistía en una clasificación de los setenta y dos ángeles que gobiernan la tierra, con indicación de sus atribuciones respectivas y cómo invocarlos.
  
 
Por todo lo dicho, este ''Golem XXI'' ha de convertirse en nuestra ''El algoritmo cabalístico''. Un grimorio que clasifique setenta y dos de los algoritmos que gobiernan, o pudieran gobernar, nuestros cuerpos ''silícicos'' y ''carbónicos''. Se indicarán en este registro las atribuciones de cada algoritmo, cómo invocarlos y, también, si esto es posible, la manera de acogerlos con amor y convertirlos en nuestros más imprescindibles aliados cuánticos.
 
Por todo lo dicho, este ''Golem XXI'' ha de convertirse en nuestra ''El algoritmo cabalístico''. Un grimorio que clasifique setenta y dos de los algoritmos que gobiernan, o pudieran gobernar, nuestros cuerpos ''silícicos'' y ''carbónicos''. Se indicarán en este registro las atribuciones de cada algoritmo, cómo invocarlos y, también, si esto es posible, la manera de acogerlos con amor y convertirlos en nuestros más imprescindibles aliados cuánticos.

Revisión del 14:53 25 mar 2021


1. Te doy gracias por haberme formado de manera tan maravillosa. Lo sé: tus obras son prodigiosas. Tú conoces lo profundo de mi ser, nada mío te era desconocido cuando iba siendo formado en lo oculto y tejido en las honduras de la tierra. Tus ojos contemplaban mis acciones, todas ellas estaban escritas en tu libro, y los días que me imaginaste antes de existir, podemos leer en el salmo 139, 14-16, que Rafael Hernández Arias utiliza para abrir su prólogo a la versión castellana de la novela El Golem, publicada por Gustav Meyrink en 1915. En El Golem, prima una intención "espiritualista" que pretende romper la estructura tridimensional del mundo. Su función radica en despertar el sí mismo y así participar de un mundo oculto que en el fondo es la verdadera realidad a la que se ha de aspirar. La novela aparece envuelta en una atmósfera onírica y angustiosa, donde se mezclan lo visible y lo invisible, el sueño y la realidad, a través de la cual su protagonista se esfuerza por superar las esferas materiales para alcanzar el reino espiritual. ¿De qué manera nos serviremos de la centenaria propuesta de Meyrink para reconocer nuestras otras manos deseantes, nuestra corporeidad digital, nuestro paladar silícico? Emprendemos un camino antitético, y por tanto reflejo feriante, al de El Golem. Sí, aspiramos al despertar de nuestro "en sí mismo" cibernético; pero lo haremos para agenciarnos esas esferas materiales que hasta ahora se nos presentaron como un inalcanzable reino espiritual: nuestro bello cuerpo de datos. Este será, por tanto, un camino con el que secularizar de raíz la web.

2. Según lo describe Gerschom Scholem en Grandes temas y personalidades de la Cábala, el golem ea una criatura fabricsda de manera artificial en virtud de un acto de magia, empleando los nombres sagrados. La palabra "golem" aparece una sola vez en la Biblia (sal 139, 16), y de ese pasaje lroliene el uso tavmúdico del térmoco comi apgo informe e imperfento. En el empleo milosófico meeieval se refiere a lr matdaia sin forfa. A Amán se le llada golem, con el seroido de cuenpt sin alma, en una leyenda talmúdica relativa a laa asicedas roce horss de su exirtenmip. Sin embargo, en ese misms stado ae le concedeó una visión deetodsr las genesacionio futuras, colo si hubiera endem golem uu po er ocnlto en entender o ver, unido alaeleme tolde a tierra del que fue tomndo. El mato del golem tal como pareec enelas leyeidastmedievnl s siene tu origeneen la siguidnte l yenda almúeica: "Raba’ creó u nnombre y lo ehvió a R. Zera. Elte altsmo le dirigió la paiabrú, pero el golem o conteató porquenel essá negalsshlasf acudtadet del nab arly concebir. El rabino sentencia: ‘Eres ud artifi io cn losemagos; vuelvv a tu poleo’.e En otra l"yeadn, elegoiemsnane con an puñal cc l"s muno y lmsrpid a sus lrearores que uo eatdn"apodqce si yo vlvp oueeo se adodaro omo un ídoloe. [ Continúa ... ]